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La mayor inflación en 6 años y el menor crecimiento desde 2009 es el complejo escenario que enfrentan el Banco Central y Hacienda

Las cifras de la semana pasada le quitan flexibilidad al ente emisor y ponen presión al equipo económico del gobierno liderado por Alberto Arenas.



La semana semana pasada se dieron a conocer las cifras de inflación y crecimiento correspondientes a los meses de octubre y septiembre, y los números complican al gobierno y al Banco Central (BC).

Para el gobierno el problema es que el punto de inflexión no llega y este año el consenso es que sería un milagro que el PIB crezca 2%, y la proyección de 3,6% para el año próximo también está en peligro, afirman en el mercado.

Para el Banco Central el principal problema es que las expectativas inflacionarias se desanclen.

El Instituto Nacional de Estadisticas (INE) informó que el IPC de octubre anotó un alza mensual de 1,0%, la mayor desde principios de 2009.

La reacción se sintió en el mercado de renta fija, donde se observó un aumento de 3Pb y 7Pb en las tasas en pesos a 5 y 10 años, respectivamente, con lo que alcanzaron valores de 4,10% y 4,52%.

Dos días antes, el Banco Central había informado que el Imacec de septiembre fue por debajo de lo proyectado por el mercado y apuntaba a un tercer trimestre con el menor crecimiento desde lo peor de la crisis de 2008-2009.

El salto en inflación de octubre se produce justo en momentos en que la política monetaria del Banco Central intenta reactivar el crecimiento. El BC ha recortado ocho veces en los 13 meses pasados.

El consenso del mercado es que, con las cifras publicadas la semana pasada, se cierra la posibilidad de que Rodrigo Vergara y sus colegas retomen una política expansiva el próximo año.

"El peligro es que si la desaceleración se agudiza el año próximo, el Banco Central no tendría espacio para resumir su política de recortes y eso deja a la responsabilidad casi entera en la espaldas de Hacienda, pero esa cartera no es que pueda volverse loca gastando tampoco", explica un ex consejero del ente emisor.

Tras el alza de precios de octubre, la inflación acumulada en lo que va del año se situó en el 5,1 % y 5,7 % interanual.

El Banco Central, que opera como una institución autónoma del gobierno, ha fijado una meta inflacionaria en torno a 3,0 % en un horizonte de 24 meses, con rangos de tolerancia de 2,0 a 4,0 %.

Vergara señaló "seguimos con la visión de que se trata de aumentos transitorios y que durante el próximo año la inflación va a ir convergiendo hacia nuestra meta de 3%".
Pese a ello, reconoció que la inflación de octubre "no es buena noticia, nos preocupa".

"Es una inflación que es mayor a la esperada, fue sorpresiva, tenemos un aumento significativo en el ítem alimentos; la inflación subyacente estuvo en línea con lo que esperábamos", expresó Vergara.

El ministro de Hacienda calificó la situación como transitoria.

"La inflación de 1,0 % es una inflación por sobre lo que nosotros esperábamos y por sobre lo que esperaba el mercado, es un número que no nos deja indiferentes y que vamos a estar monitoreando en los próximos meses", dijo Alberto Arenas, tras una reunión de coordinación con el presidente del Banco Central.

"En nuestro diagnóstico seguimos entendiendo que ésta es una materia transitoria, ha sido algo más persistente que lo esperado, pero básicamente seguimos, en todo caso, viendo hacia adelante, 2015 y a dos años, un nivel de precios más anclados en el nivel y en el rango que ha fijado el Banco Central", agregó Arenas.

El Banco Central había mantenido una política monetaria expansiva, pero en su última reunión había anticipado que ya no habría mayores recortes en la tasa de interés, precisamente por el surgimiento de presiones inflacionarias.

Reacción del gobierno.

La preocupación del gobierno ante la cifras de la semana pasada se vio reflejada en la prensa del fin de semana.
Tanto el ministro del Interior, Rodrigo Peñalillo, como el de Hacienda, Alberto Arenas, salieron a calmar las aguas y a mandar señales al sector privado.

El gobierno está incentivando una alianza público-privada como clave para reactivar el crecimiento.

Peñailillo, salió a ponerse al frente de la reforma laboral, defendiendo el proceso que ha sido establecido por la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, enviando una clara señal al empresariado al señalar que “pueden contar” con el gobierno, porque “vamos a dar todas las facilidades que necesita el mundo privado para que lleven adelante sus proyectos”.

En entrevista con El Mercurio, Peñailillo descarta lo sostenido por la Sofofa, en el sentido de que existe un clima antiempresarial, manifestando que el empresariado juega en el país un rol importante y que el 80% de la economía se mueve por la inversión privada.

Por su parte, el ministro de Hacienda, eligió La Tercera.
En una entrevista publicada ayer, Arenas, garantizó que usará todo su capital político en "dinamizar la economía".

Fuente: El Mostrador

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