A los gastos propios del período de vacaciones, se suman los relacionados al inicio de la temporada escolar y universitaria en marzo. Especialistas entregan recomendaciones para no afectar demasiado la economía familiar.
Para muchos estos son los meses más caros del año, ya que a los gastos relacionados al período de vacaciones (viajes, hospedaje, alimentación, etc), se suman los que tienen que ver con el inicio de la temporada escolar y universitaria, es decir, matrículas, útiles y uniformes escolares, etc.
Es por eso que para ordenar las finanzas familiares y transformar esta situación en una pesadilla, especialistas entregan sus recomendaciones.
Es el caso de Tomás Burgos, docente de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico, quien afirmó que "se deben tomar en cuenta todos los ingresos, tanto de actividades profesionales como aquellos que se reciben por concepto de rentas u otros negocios. Lo mismo ha de hacerse con los gastos, sin olvidar incluir el pago de deudas".
LA IMPORTANCIA DE HACER UN PRESUPUESTO
Para Burgos hay que tener claro los tres tipos de gastos: los fijos, que son aquellos que no varían y que comprenden el arriendo o dividendo, la alimentación, las cuentas básicas (luz, agua, gas, teléfono), los aranceles de colegio o universidad; los variables, que tienen periodos fijos de desembolso, pero que por ser más o menos habituales pueden preverse, como la ropa, el calzado, las reparaciones; y los extraordinarios, que son aquellos que pueden o no presentarse y, por tanto, no es posible preverlos, como un viaje inesperado, un tratamiento médico o un accidente.
Teniendo en cuenta eso, Burgos señala que es importante realizar un presupuesto familiar: “La finalidad de un presupuesto es que los ingresos cubran todos los gastos, incluido el 10% destinado al ahorro mensual”.
Para lograr esto, el docente de la Universidad del Pacífico entregó estas 5 claves:
- Hacer una lista con los ingresos.
- Evaluar los gastos.
- Reducir los gastos.
- Incluir a la familia en el análisis de presupuesto.
- Aplicar el nuevo presupuesto de acuerdo a los ajustes necesarios.
“Una vez identificados los recortes necesarios, hay que reformular el presupuesto, comprometerse a cumplirlo y revisarlo para que se ajuste a la realidad con objetivos alcanzables. Por ello, si se consigue un aumento de sueldo, no conviene incrementar los gastos en la misma cantidad. Es mejor destinar una parte de esa subida al ahorro”, sostuvo Burgos.
Fuente: La Nación
