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El problema de la "Presencia Ausente" en los espacios de trabajo

Es importante que las organizaciones reconozcan y diagnostiquen esta problemática y que fomenten el desarrollo de políticas que incrementen la productividad, según explica experta.


El desempleo se ha mantenido más o menos estable en un contexto de desaceleración económica, aunque es probable que entre los colaboradores aparezcan temores en torno a la estabilidad laboral y se dé una mayor desmotivación, con la consecuente menor productividad, lo que afecta directamente los entornos de trabajo.

Así, el denominado presentismo puede transformarse en un dolor de cabeza para las empresas. Según explican desde Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos, el "síndrome de la silla caliente" ocurre generalmente tras procesos de desmotivación e incertidumbre, en individuos con hábitos de vida poco saludables o con inadecuadas herramientas y/o apoyo para resolver tempranamente sus conflictos.

Esto se da cuando los empleados de una compañía están presentes en sus puestos de trabajo durante las horas pactadas, pero con un nivel de productividad bajo, muchas veces acompañado de quejas por un exceso de carga laboral e incluso con la aparición de problemas de salud. Un claro ejemplo es cuando los trabajadores extienden de forma innecesaria sus jornadas laborales.

"Este suceso no es beneficioso para las organizaciones, porque muchas veces éstas deben incurrir en mayores gastos al tener tareas o trabajos no desarrollados de manera correcta, sin poder darse cuenta a tiempo, ya que el trabajador está ahí. Así, es fundamental que las empresas desarrollen políticas que fomenten la vida sana en las organizaciones", afirma Rinat Ratner, asesora del Programa "Vivir Bien" de Sodexo B&I.


Eficiencia vs permanencia

Ratner detalla que algunas recomendaciones para enfrentar esta situación son:

• Es importante reconocer y diagnosticar el problema dentro de las organizaciones. Además, los líderes deben fomentar una cultura en la que se entienda que trabajar más horas y más duro no necesariamente se traduce en una mayor productividad.

• En periodos de desaceleración, es importante también que las organizaciones expliciten claramente la situación en la que se encuentran, lo que permite aminorar el clima de incertidumbre.

• Es primordial que la empresa, por un lado, apoye a los colaboradores con una mirada preventiva, para que sus problemas no se tornen en algo que no puedan resolver por sus propios medios y, por otro, para que sientan la tranquilidad de que pueden recurrir a expertos en el momento más adecuado.

• Evitar generar ambientes hostiles, rígidos, orientados a la tarea y no al resultado, así como los climas laborales restrictivos y autoritarios, donde se esté más orientado a conservar el empleo más que a la creatividad e innovación.

• No olvidar evaluar constantemente los resultados de los colaboradores, pero ojalá en términos individuales más que generales.

• Por otro lado, es importante la gestión de la motivación en los empleados. En este contexto, se deben implementar acciones que los motiven y aumenten su rendimiento, como medidas de conciliación que fomentan la realización de las tareas y el disfrute del tiempo restante.

• Se pueden desarrollar e incentivar actividades sociales, deportivas y recreativas que tengan por objetivo potenciar un mayor balance entre el ámbito laboral y la vida fuera de éste.

Fuente: DiarioPyme