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Supera estos miedos para emprender

Una de las decisiones más arriesgadas que puede tomar una persona es iniciar un emprendimiento. Para que tu apuesta sea exitosa, primero debes superar estos siete obstáculos.


Emprender no es fácil. Es una decisión que de seguro te cambiará la vida. Comenzarás a trabajar por tus sueños, y dejarás de hacerlo para los sueños de otro.

Sin embargo, desde la gestación de la idea y hasta su puesta en marcha, te encontrarás con una serie de problemas y temores que podrían estancarte y simplemente hacer que pierdas la confianza.

Aquí te contamos los 7 miedos más comunes a los que se enfrentan los emprendedores. Superarlos depende de ti.

1.- No conseguir financiamiento

Marca la diferencia entre un inversionista y un emprendedor. Son pocos los que toman la decisión de dar el primer paso.

Es muy probable que para comenzar tengas que utilizar tus ahorros o incluso endeudarte.

Por ello, a menos que estés completamente comprometido con tú idea y tú proyecto, evalúa seriamente si estás preparado para dar el paso y comenzar un emprendimiento. Haz el siguiente test para descubrir si tienes pasta de emprendedor.

2.- Fracasar

Un emprendedor debe aprender a convivir todos los días con el fracaso. Dar el salto a la independencia laboral siempre es un riesgo, por lo que debe enfrentarse con madurez y seriedad.

Las cifras parecen lapidarias. De 100% de emprendimientos que surgen en un año, el 98% de ellos fracasa. Tu objetivo es ubicarte en ese 2% que logra superar el primer año de vida.

Pero más importante, tú meta debe incluir no desanimarte y volver a ponerte de pie.

3.- Plagio

Si te pueden robar la idea, es porque tú idea no tiene nada de original y se le puede ocurrir a cualquiera.

Debes replantear la idea. Si continúas con el miedo, tal vez no sirvas para la aventura del emprendimiento. Recuerda, la principal característica de una “idea genial” es que sólo tú sabes cómo llevarla a cabo.

4.- Desconocimiento

Si tienes una idea en mente, debe estar alineada con tus competencias, con lo que sabes hacer, con tus conocimientos. Si te dedicas a la pastelería, tu idea de emprendimiento no puede tratarse de neumáticos para camiones.

Antes de planear un emprendimiento, infórmate. Así disiparás el temor a no tener las herramientas o el conocimiento para desarrollarlo.

5.- Competencia

En todo negocio existe y existirá competencia. Es más, entre mejor le vaya a tu emprendimiento, los rivales serán más y más sofisticados, pero también serán tus mejores aliados.

Un buen competidor te ayudará a mejorar, te presionará para que no te “duermas en los laureles”. Te motivará a buscas nuevos métodos y procesos para hacer más eficiente tu negocio.

En síntesis, da las gracias porque existe competencia.

6.- No vender

Existe una alta probabilidad de que en los inicios de tu emprendimiento, tu producto o servicio no sea demandado, o sea, vendas poco o incluso nada.

Construir una marca, un producto o un servicio que sea cotizado y codiciado por el mercado es un proceso lento, que requiere paciencia y constancia.

Sin embargo, cuando lo consigas, tu producción sólo sabrá de cifras positivas.

7.- Relaciones

Comenzar un emprendimiento está lejos de ser una aventura en solitario. Deberás relacionarte proveedores, competidores, patrocinadores, socios y los clientes.

Aliméntate de todo lo que puedas captar de ellos. Serán tu fuente de información y contactos.

Valora el feedback que recibas de cada uno de ellos, considéralo parte de tus activos.

Fuente: Inversor Gobal

Tips para sobrevivir a las primeras semanas en un nuevo trabajo

Ya sea tu primer trabajo o el quinto, las primeras semanas en un nuevo empleo son siempre difíciles. Además de tener que acostumbrarte a un nuevo equipo y a un nuevo jefe, debes digerir una gran cantidad de información.


Pasar por un proceso de selección ya es difícil y muchos se relajan una vez que logran firmar un contrato, pensando: “¡Se acabó lo más difícil!”Pero ahora viene la segunda parte: adaptarse al nuevo empleo.

Un nuevo trabajo, puede ser una experiencia intensa, porque aparte de todo lo que te falta por aprender, hay una innegable presión por hacer bien lo que te piden.

Es por eso que elaboramos una lista con 3 consejos que podrían ayudarte si es que te encuentras sobrepasado por tu nuevo trabajo.

1. El sentimiento de incomodidad es algo bueno

Es normal sentir que no tienes idea de lo que estás haciendo cuando empiezas un nuevo trabajo. Nada es familiar y como hay mucho que aprender, las tareas se acumulan. Si sientes que odias tu nuevo empleo y tienes ganas de renunciar,  primero pregúntate qué es lo que tanto te desagrada. 

Según el coach Steve Errey “la incomodidad significa que estás explorando. Significa que estás en un lugar en donde no habías estado nunca, a lo mejor estás aprendiendo nuevas habilidades que te hacen sentir torpe e incompetente”.

Si crees que estás creciendo más en este nuevo trabajo que en tu empleo anterior y la incomodidad que sientes se debe a que estás enfrentándote a un nuevo desafío, entonces vas por buen camino.

2. Está bien aceptar ayuda

Así de simple: si te ofrecen ayuda, acéptala. Pero siempre es bueno intentar hacer las cosas por tu cuenta primero. Es probable que otra persona dentro de la empresa haya hecho lo que tú haces ahora y aceptar ayuda no te convierte automáticamente en alguien que no sabe cómo lidiar con su nuevo trabajo.

Es tentador querer probar que lo puedes hacer todo solo. Pero mientras más ayuda tengas, más rápido te adecuarás a tu nuevo puesto de trabajo. No dejes que tu orgullo te impida hacer bien tu trabajo.

3. Tranquilo, que ya se te hará más fácil

Si has sufrido con un nuevo trabajo, es posible que te hayas preguntado muchas veces: “¿Será muy pronto para renunciar?” Y probablemente en el 99% de los casos la respuesta a esa pregunta sea un “Sí”.

Siempre los primeros días, o incluso semanas, serán difíciles. La inseguridad, la desconfianza en nuestras habilidades, la incomodidad para hablar en las reuniones y no saber cómo tratar con tu jefe, son algunas de las dificultades más comunes al empezar en un nuevo trabajo.

Es posible que los días se te hagan eternos tratando de adaptarte a tu nueva rutina y que cada vez que te llegue un correo te pongas nervioso. Pero con el tiempo se te hará más fácil. Justo como fue con tu trabajo anterior y el anterior a ese. 

Conocerás los procesos, sabrás lo que esperan de ti y te sentirás con más confianza. Por supuesto, no debes nunca sentirte tan a gusto que dejes de crecer (ver punto 1) pero es importante que sepas que no te sentirás así de perdido para siempre.

Fuente: Reqlut