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Qué debe tener una estrategia de exit para una startup

Toda startup debería tener preparada una estrategia de exit para cuando sea urgente recuperar la inversión o haya que cerrar.



Al empezar un negocio lo último en que se piensa es en qué hacer para darle carpetazo. ¿Dónde queda la ilusión, entonces? Pero lo cierto es que cualquier startup debería planear una estrategia de exit para no verse abocada a una situación incómoda y poco productiva. Tan importante como poner las bases del crecimiento de la empresa es pensar en su futuro. Con el tiempo las startups dejan de ser startups y la salida de esta fase a veces es dolorosa, otras veces muy lucrativa, aunque también hay una gran escala de grises.

Una estrategia de exit consiste en un plan de futuro para cuando una startup debe dejar de confiar en la financiación de inversores para continuar su camino. Quienes han puesto el dinero quieren recuperarlo, a ser posible con beneficios, y los fundadores se enfrentan a la necesidad de monetizar sus recursos de una manera o de otra.

Hay varias formas de estrategia de exit para una empresa. La venta o fusión de la startup es una posibilidad que siempre está ahí. En Silicon Valley hay un mercadeo continuo en este sentido. La salida a Bolsa, una vez que se ha alcanzado un cierto tamaño, también es una de las opciones, así como la recompra de participación a los socios inversores. El cierre es la otra salida, en la que normalmente no se quiere pensar.

Planificar una buena estrategia de exit
En esto, como en muchos aspectos del negocio, se trata de planificar con antelación, adelantarse al mercado en la medida de lo posible. Lo primero que tiene que hacer un emprendedor es definir cuál es su modelo de negocio a largo plazo. Al responder a esta pregunta con rigor se dará cuenta si el camino es vender su startup cuando haya crecido lo suficiente o, por el contrario, la intención es rentabilizar su producto para obtener beneficios sostenidos.

Si se opta por la segunda opción la meta sería salir a Bolsa. Pero como eso normalmente está muy lejos el camino consiste en formar un negocio sostenible, combinando crecimiento con rentabilidad. Si las cosas funcionan los fundadores se podrán plantear recomprar las acciones de los inversores, pues llegado un momento estos querrán vender la empresa para recuperar lo invertido.

Si lo que se busca es una venta hay que empezar por definir potenciales compradores. No parece que sea la estrategia más adecuada para hacer crecer un negocio estar pendiente de una futura adquisición, pero lo cierto es que es necesario saber qué competidores u otro tipo de compañías podrían interesarse. Aunque para que esto ocurra la empresa tiene que haberse diferenciado en el mercado, con el fin de ofrecer algo que otros no ofrezcan. En este caso se trata de conseguir usuarios, clientes, recursos del tipo que sea, aunque no se estén monetizando adecuadamente. El objetivo es mostrar que la adquisición sería una inversión de futuro para el comprador.

Antes de plantearse vender es necesario tener un buen producto, así como clientes relevantes y una cadena de valor establecida. Y es que solo se compran las startups que sean un caramelo… y que lo parezcan. Detrás de la empresa tiene que haberse construido una historia atractiva e inspiradora sobre el nacimiento y crecimiento del negocio.

Ni que decir tiene no hay que subastar la startup. Está prohibido ir diciendo que tu empresa está en venta porque esto da idea de que el negocio no es sostenible. También hay que ser consciente de que es posible vender únicamente partes del negocio, manteniendo incluso una participación con derecho a voto.

Aunque la estrategia de exit que todo emprendedor debería tener (con la intención de no usarla nunca) es la de cierre. Cuando se plantee esta situación la tensión será demasiada como para encontrar buenas soluciones. Si ya existe un plan de acción todo será más fácil y posiblemente se resuelva mejor el cierre. Cuestiones como el reparto de responsabilidad entre los socios, qué haría cada uno, hasta cuándo aguantar en pérdidas o qué ocurrirá con la plantilla deberían estar claras de antemano.

Fuente: Think Big

Egipto: suben a 15 los muertos tras el colapso de un edificio en El Cairo

Asciende a 15 el número de muertos tras el derrumbe este martes de un edificio de ocho plantas en un suburbio de la capital de Egipto, El Cairo.


En un principio se habló de nueve fallecidos, aunque los medios locales habían indicado la posibilidad de encontrar más cadáveres entre los escombros.
También hay varios heridos.
Los equipos de rescate siguen buscando posibles supervivientes.
Varios edificios aledaños han sido desalojados.
El corresponsal de la BBC en El Cairo explicó que es frecuente en Egipto que los edificios colapsen, debido a la construcción ilegar y al escaso cumplimiento de las regulaciones de construcción.
En julio de 2012 se desplomó un edificio de 11 pisos en la ciudad mediterránea de Alejandría, lo que dejó 20 muertos.
Fuente: BBC

4 técnicas de productividad que te harán tener días más felices y organizados

Si no te funciona aplicar las técnicas de productividad más comunes, existen muchas otras opciones para probar, creadas por personas exitosas.

Existen muchísimas técnicas para mejorar la productividad y lograr tantas cosas como se puedan al día. Las más conocidas son la técnica Pomodoro, que consiste en concentrarse completamente por periodos de 25 minutos y luego tener un pequeño descanso de 5 minutos; la regla 80/20 (también conocida como “Principio de Pareto“), no fue creada precisamente para aumentar la productividad pero hoy en día se usa con esta finalidad; y “GTD” o “Getting Things Done”, que se basa en que la persona necesita organizarse mejor creando listas de tareas muy específicas.

Aunque todas estas técnicas son buenas y seguramente le funcionan a muchos, quizás algunos todavía estén tratando de conseguir una solución para sus problemas de productividad. Es por esto que siempre aparecen nuevas ideas para controlar esas ganas de procrastinar que a veces nos invaden, justo como las que están a continuación.

1. Técnica de Jerry Seinfeld: “No rompas la cadena”
Aparentemente, el actor y creador de la famosa serie que lleva su apellido, es un amante de la productividad y ha creado su propio método que le ha funcionado durante años.

¿En qué consiste? Se necesita un rotulador rojo y un calendario físico donde puedas escribir y que puedas colocar en un sitio prominente que veas todo el tiempo. Decide cuál es la rutina o tarea que quieres lograr a largo plazo, como aprender un nuevo idioma o terminar un proyecto y haz algo cada día para completar tu meta. Luego ve al calendario y dibuja una X grande en ese día para marcarlo como el inicio de la cadena. De un momento a otra verás una cadena de X’s que no debe romperse.

Úsala correctamente: Para evitar romper la cadena escoge sólo las metas que puedas manejar. Por ejemplo, si tienes muchos problemas con ser consistente, comienza con una simple (como pararte todos los días a la misma hora o hacer ejercicio) y crea una cadena a partir de esta. Poco a poco incorpora más hábitos que quieras crear y mira si no rompes ninguna de las cadenas.

¿Cuándo usar esta técnica? Esta idea se debe usar si se quiere crear un nuevo hábito, progresar constantemente en un proyecto importante y darte un poco de motivación extra para lograr hacer las cosas, aunque no sientas ganas.


2. Técnica de Jay Shirley: “Necesito, Debería, Quiero”
Jay Shirley es el desarrollador de una aplicación web llamada The Daily Practice que es precisamente para crear hábitos. Él ha diseñado este método para hacer que los días sean productivos pero también divertidos.

¿En qué consiste? Todas las mañanas crea una lista de quehaceres que tenga tres tareas básicas y obligatorias: “Yo necesito…” (una tarea de alta prioridad que tendrá un impacto inmediato en tu vida), “Yo debería…” (una tarea que contribuirá en las metas de largo plazo) y “Yo quiero…” (algo que realmente tengas muchas ganas de hacer porque lo disfrutas). Con este enfoque tendrás satisfacción instantánea, mejoras en tus metas del futuro y salud mental porque estás haciendo algo que te apasiona y te divierte.

Úsala correctamente: Al día siguiente, cuando se haga la lista nuevamente, hay que revisar y evaluar los resultados del día anterior para ver si se ha logrado algo que te haga feliz. Es necesario hacer esta revisión la mañana siguiente y no la noche del mismo día porque dormir te dará tiempo para descansar y un poco de distancia para examinar todo con la mente fresca.

¿Cuándo usar esta técnica? Perfecta para evitar sentirse consumido por todas las cosas que hay que hacer en el día y no sentir aprensión de la lista de tareas. El añadido de hacer algo que quieras cada día es muy bueno para la salud y para hacer que tu productividad sea sustentable.

3. Técnica de Marc Andreessen: La lista anti-ToDo
Por si no lo sabías, Marc Andreessen es un emprendedor e ingeniero de software que es conocido por ser el co-fundador de Netscape. Él pensó en esta técnica de productividad porque sentía que las listas de ToDo comunes lo hacían sentir muy desanimado cuando terminaba el día porque la veía y sentía que no había hecho nada, sin importar si había estado todo el día haciendo cosas.

¿En qué consiste? La lista anti-ToDo simplemente te pide que no anotes lo que tienes que hacer ese día, sino lo que has hecho.

Úsala correctamente: La idea es que una lista de cosas por hacer nunca será completada porque siempre estará llena de más tareas, lo que no te dará nada de satisfacción arruinando la motivación y, por lo tanto, la productividad. No se debe esperar hasta finalizar un proyecto para celebrar por el avance que se ha logrado, así que la próxima vez que pienses sobre lo que has hecho en el día y creas que no has logrado nada, hay que sacar la lista anti-ToDo.

¿Cuándo usar esta técnica? Para los que necesitan incentivos y motivación para los logros diarios, para medir el progreso y saber exactamente cómo has gastado las horas de trabajo.


4. Técnica de Sam Carpenter: “Horario Ideal Biológico”
Sam Carpenter es el autor de Work the System, un libro que explica cómo hacer más dinero trabajando menos tiempo y que tiene una técnica llamada “Horario Ideal Biológico” (Biological Prime Time) con la que se puede averiguar cuáles son las horas del día en las que somos más productivos.

¿En qué consiste? Necesitas prestar atención a tus niveles de productividad, de enfoque y de motivación cada hora del día y calificar cada uno en una escala del 1 al 10. Toma nota de todos los resultados del día durante una semana. Al finalizar este tiempo crea un gráfico en Excel o cualquier otra herramienta que prefieras y fíjate en qué horas tu productividad, motivación y enfoque están en su nivel máximo, lo que constituirá el Horario Ideal Biológico.

Úsala correctamente: Señalando estas horas perfectas harán que puedas trabajar en tus tareas más importantes solamente cuando sientas que estás funcionando al máximo para obtener los mejores resultados posibles.

¿Cuándo usar esta técnica? Si necesitas descubrir cómo tu dieta, los hábitos de dormir y el ambiente de trabajo afectan tu productividad durante el día.

Fuente: Think Big