Unas 500 personas pro-Pekín empezaron a derribar las vallas en una de las calles del área de Admiralty
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| Los manifestantes se concentran en el barrio de Admiralty |
Unas 500 personas pro-Pekín empezaron a derribar las vallas en una de las calles del área de Admiralty, donde permanecen asentados la mayor parte de los manifestantes a primera de hora de la tarde.
Decenas de manifestantes trataron de contener la avalancha, que llegó a convertirse en un enfrentamiento entre ambos grupos.
«Mi dimisión no solucionará el problema»
Tras cancelar el diálogo con las estudiantes, auténticos líderes de estas manifestaciones, el jefe ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, aseguró el fin de semana en una entrevista con la televisión TVB que sus posibilidades de conseguir sus reivindicaciones democráticas son nimias. «Si la pre-condición es dejar a un lado la Ley Básica (mini-Constitución de Hong Kong) y las decisiones (del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista chino), creo que todos sabemos que sus opciones son casi cero», declaró Leung, quien se aferró al cargo al señalar que «mi dimisión no solucionará el problema».
Con tres zonas aún tomadas por los manifestantes que reclaman democracia, Hong Kong va recobrando la calma tras la masiva protesta del viernes por la noche. Sin llegar a la movilización multitudinaria de días pasados, el fin de semana aumentó el número de manifestantes debido a la cancelación del diálogo por parte de las autoridades.
A pesar de las protestas, los principales responsables del Gobierno regional se ausentaron de la ciudad para participar en una feria comercial en la vecina provincia china de Cantón (Guangdong). Al frente de la ya conocida como Revolución de los Paraguas, los estudiantes remitieron una carta abierta al presidente chino, Xi Jinping, pidiéndole sufragio universal y libre presentación de candidatos en las elecciones previstas para 2017. Aunque Pekín ha prometido que dichos comicios serán los primeros que se celebren bajo la fórmula de «un hombre, un voto», pretende que comité designe a sólo dos o tres candidatos afines al régimen, lo que ha rebelado a las fuerzas democráticas de Hong Kong.